Vamos a plantearnos esta situación para intentar contestar esta pregunta. Imagínese que una empresa multinacional quiere construir un complejo de oficinas, el inversionista quiere un edificio moderno, tecnológico y vanguardista en la zona con mayor plusvalía de la capital.
¿El inversionista a quién le delega la tarea de construcción? Contratará, seguramente a una firma de arquitectos e ingenieros especializados en construcciones de edificios para oficinas; sería una irresponsabilidad que le encargará al contador, al financiero, o al de marketing, la tarea de elaborar los planos de construcción, porque, está haciendo una inversión millonaria para arriesgarse a que quede mal hecho.
La misma reflexión deberían plantearse los candidatos a cargos públicos, cuando deciden en quien confiar la dirección de la comunicación de su campaña electoral.
Y es que desde tiempos remotos, los griegos, los romanos, los Papas, los gobernantes lo sabían, que había que comunicar, porque lo que no se comunicaba se malinterpretaba, es decir, sin comunicación, la política se entiende mucho peor.
El candidato que gana las elecciones, es aquel que es capaz de definir, redactar e insertar su discurso en la mente de los ciudadanos. Poniendo en claro, quienes somos nosotros, quienes son ellos y cuál es la frontera discursiva que los divide a ambos.
Las elecciones son ganadas por el candidato que define una causa alineada a las necesidades del electorado. Para lograr incentivar ese sentido de convicción entre el electorado, la buena comunicación juega un papel trascendental, y solo es posible teniendo una clara estrategia discursiva, y esa estrategia, comunicarla por todos los medios y canales a través de una estructura narrativa basada en héroe, villano, víctima y misión.
La finalidad del consultor político es lograr que otros voten por el candidato. Y ojo, que en el futuro las disputas electorales no serán por la influencia de los medios de comunicación, serán batallas por los datos, pero atención, no estamos hablando de cualquier tipo de datos, la información generalizada y muy amplia poco nos puede ser útil. A esto nos referimos que ahora es necesario conocer microsegmentos de una población, a los habitantes religiosos, con familias numerosas, las necesidades de una determinada colonia dentro de una ciudad en específico.
Para que se entienda más claro lo de los datos y la microsegmentación, y como podemos sacarle provecho, es sencillo, por ejemplo, si tengo propuestas dirigidas a la juventud, para la generación de empleos en el sector construcción, puedo microsegmentar mi mensaje para que llegue a jóvenes mayores de edad, que estén cursando los últimos dos años de la carrera de arquitectura o ingeniería en las universidades de Honduras, a ellos les interesará mi propuesta, y así nos aseguramos de que el mensaje es recibido por quienes pueden tener un interés potencial en lo que les estamos contando.
Por lo que el consultor político de hoy en día debe tener claro es, cuáles son los tres pilares más poderosos que existen, en la elaboración de una estrategia política, y es primero la construcción de identidades y arquetipos mediante el discurso, la segmentación mediante los datos y el uso de inteligencia artificial para la clasificación de zonas geográficas y perfiles a los que vamos a dirigir el mensaje.
Entonces, si estamos a las puertas de una elección, y aspira a un cargo público ¿A quién escogería para que dirija su campaña política?
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