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Antes de presionar el obturador Fotografiando como una tortuga

De los fotógrafos paisajistas se aprende a tener paciencia, se aprende que la fotografía es una labor contemplativa que, curiosamente, demanda reflejos explosivos, que si te vas a tomar la molestia y tiempo de colocar el trípode es porque vas a capturar una imagen, como mínimo, excelente. De entre tantas cosas que se puede aprender de una de las ramas más admiradas de la fotografía (por tu interlocutor al menos), en esencia, estas últimas tres, se pueden resumir a pensar bien qué clase de imagen querés capturar antes de accionar el obturador.

Por supuesto que esto atañe tanto a video como a fotografía. Así como un fotógrafo paisajista admira y compone su escena, así también los cinematógrafos del cine meditan con detenimiento cada elemento de sus composiciones y construyen de 0 escenas cautivantes. La fotografía y cinematografía se vuelven entonces verdaderas pinturas, obras artísticas completas y no solo capturas de realidades eternas y efímeras. ¿Cómo elevamos la calidad de nuestras imágenes antes de capturarlas? Te dejo 5 puntos importantes a considerar previo a presionar el obturador.


1. Composición: Existen 17,433 leyes de composición (más o menos) que te servirán como guía a la hora crear imágenes que conmueven, sorprenden y/o impactan. Conocerlas es muy importante para saber de qué formas las podemos aprovechar y combinar (hay muchos videos y escritos rondando en internet sobre algunas de estas leyes, no hace falta que te las mencione por aquí… o tal vez sí). Deben ser interpretadas más que obedecidas y, en muchas ocasiones, sirven más para romperse. Recordá que vivimos inundados de pantallas, donde existen océanos de imágenes y aquellas que destacan son las que rompen paradigmas, las que no siempre siguen las normas.

2. Luz: Repetido hasta la saciedad, la luz es tu herramienta principal. La misma locación se puede ver muy diferente dependiendo de la hora y ni hablar de utilizar elementos que te ayuden a manipular la luz. Una imagen mediocre puede convertirse en una memorable si sabemos cómo utilizar la luz a nuestro favor. No tengás miedo de usar focos, rebotadores, difusores, prismas de luz, filtros y cualquier otro artilugio que se te ocurra puede tener injerencia en el comportamiento de la luz sobre la escena. A la primera seguro que no te sale bien (o tal vez sí, nunca se sabe dijo Chelato) pero con un par de intentos conocerás mejores formas de utilizar las herramientas que tenés a disposición.


3. Menos es más: Cuando abusás de las bebidas espirituosas, ¿qué pasa? Empezás a ver borroso, ¿no? Lo mismo pasa con la fotografía/cinematografía. Demasiados elementos en nuestra composición solo lograrán que el espectador se desoriente al observar nuestras imágenes. Da un mensaje más claro aquel que dice menos y tu trabajo visual debería guíarse por una filosofía similar, a menos claro que la intención detrás de tu trabajo sea saturar. Con eso en mente, me muevo al siguiente punto.

4. Protagonismo: No basta solo con “Menos es más”, también considerar, ¿cuál es ese “menos” que quiero que mi espectador observe? ¿Es la montaña? ¿Es el roble? ¿Serán las nubes? ¿O el cuadrúpedo ese tigreado que cada vez se ve más grande? Por inercia (o debería), antes de capturar una imagen, siempre hay algo que capta nuestra atención y es lo que nos motiva a congelar una imagen en el tiempo. Debemos asegurarnos de usar las herramientas a nuestro alrededor para dejar muy claro el protagonista de nuestra imagen. Para esto te sirve la luz, la composición, el menos es más… Todo para resaltar una sola figura (o varias, qué sé yo… no te lo tomés tan literal pues).


5. Intención: ¿Qué quiero comunicar? ¿Y por qué? ¿Acaso solamente me subo al trencito de la tendencia? ¿Me conmueve el tema o concepto de mi imagen? ¿Creo realmente en la escena que estoy mostrando? ¿Le habré puesto comida al gato? ¿Cerré la ventana del cuarto? Todas (casi) estas preguntas obedecen a un impulso que debemos esclarecer, descifrar. Casi me provocan cuestionar el por qué me convertí en fotógrafo y quizás sea sano llegar hasta ese punto antes de capturar una imagen. Porque si no creemos en nuestra imagen, ¿quién lo hará entonces? Así pues, te insto a reflexionar, ¿qué hacés con esa cámara de 2 mil dólares hermano/a? ¿La sacaste a 245 plazos solo para tomarte selfies en el baño juco de un centro comercial? Asumo que no, así que escarba en lo más recóndito de tu ser y descubrí para qué te metiste a este rollo. Una vez descubierta la verdad, te garantizo que, casi automáticamente, producirás imágenes más poderosas (tan poderosas como mamá con chanclas lista para disciplinar un poco).

Y en aras de respetar el punto número 3, doy por finalizado este post. Podrías considerar más elementos antes de presionar el obturador, pero en este punto de mi carrera y a estas horas del día, estos me parecen los más pertinentes. Te dejo entonces con el disclaimer de que, como cualquier otra rama artística, todo en la fotografía/cinematografía es relativo y que las normas de calidad obedecen a las intenciones del artista. Conocer e informarse sirven única y exclusivamente para construir un criterio propio y que tu labor se verá fuertemente afectada por el desarrollo del mismo. Nuevamente, te invito a compartir tu sabiduría con los demás y espero que pensés en este post la próxima vez que decidás esperar para apretar el obturador.


P.D. - Te comparto algunos de mis fotógrafos favoritos para que podás seguir sus trabajos y conseguir algo de inspiración.



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