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Ausencia de Inspiración El poder de una hoja en blanco

Tortuosa es la tarea de producir y crear cuando se está atado a una labor mecánica y repetitiva (en apariencia por lo menos). El ambiente sigue a sus anchas mientras uno permanece inerte en la inmensidad. Y ojo, que digo “crear” haciendo referencia no solo a la labor del equipo “creativo”, sino más en un sentido orientado a la resolución de problemas.

Se suponía que este texto iba de certificación como usuario validado de Adobe Premiere pero la inmensidad anteriormente mencionada se proyectó en la hoja en blanco de un documento de word y me congelé durante no días, sino semanas, sin poder redactar algo que me gustara. Eso me terminó llevando a la cuestión de esta nota finalmente: ¿Cómo lidiar con un bloqueo creativo? Rayadísimo el tema, no hace falta mencionarlo, pero espero te pueda servir alguno de estos 3 consejos a continuación.


Lo primero es dar un paso atrás. “A la fuerza ni la comida” decía mi mamá y tratar de sacar una tarea a punta de rebotar tu cabeza en el monitor o el teclado nunca tendrá buenos resultados. En el mejor de los casos vas a terminar con un producto final mediocre que no le va a gustar ni a tu perro. Por ende te aconsejaría levantarte y caminar, da una vuelta, respirá hondo, sentate a tomar un café (o té si ese es tu feeling) y pensar qué hace que las abejas se sientan amenazadas, en fin, distraete. El punto es relajar la mente y retomar una vez estés más sosegado.

La inspiración existe pero debe encontrarte trabajando. Así dizque decía Picasso y ya que estamos en el tema de los clichés pues no está de más repetir la frase. Pero a ver, no me refiero a la tarea en cuestión que te mantenía bloqueado, sino a otros pendientes que tengás guardados por ahí. La curva de la productividad laboral nos toma unos 15 minutos más o menos en poderla alcanzar, pero para llegar a esta, adiviná… ¡Tenemos que trabajar! Realizá una tarea menos compleja, sostené alguna reunión que hayás aplazado, poco a poco empezá a liberarte de otras responsabilidades y andá subiendo la marcha gradualmente. En algún momento vas a llegar al pico de productividad y en ese momento, abordá esa tarea creativa y hercúlea que tantos problemas te ha ocasionado.


Si la inspiración no llega mientras trabajás, encontrala mientras te recreas. Mirá una película, escuchá una canción, visitá museos o simplemente dedicate a contemplar el trabajo de otros. Somos muy asociativos, las respuestas llegan a través de las conexiones que hacemos entre lo que percibimos y lo que nos atañe, reflejo en extremo evidente de cómo nuestras neuronas funcionan. También te puede servir leer respecto al proceso de resolución de problemas de otras personas. Este no siempre vendrá con esa etiqueta, se referirán a él como su proceso creativo, su rutina diaria, etc, etc. Lo importante aquí es exponerse al trabajo de otros y dejar que esas obras te llenen. De tus experiencias combinadas con las de los demás vendrá la iluminación (o mejor dicho, liberación).

Los bloqueos mentales/creativos son como las impresoras. Así como estas últimas sienten el miedo, los primeros prevén tu ansiedad, convertirse en adulto responsable significa aprender a lidiar con estas situaciones. Como un bono, te podría recomendar que hablés con colegas o allegados. Comentales respecto a lo que te aqueja, nunca se sabe, podrían recomendarte algo útil o ayudarte a salir del predicamento.

Te dejo con eso, yo, de momento, voy a ver si con esto me logra fluir la inspiración para escribir sobre el porqué de mi creencia que las certificaciones son un tema ambiguo. Hasta otra entrada, nos vemos.

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