Stanley: de termo clásico a ícono de cultura pop
- Kelmin Mena
- 27 jun
- 2 Min. de lectura
¿La receta? Colaboraciones que hacen historia
Stanley 1913, la marca de termos centenaria que alguna vez fue sinónimo de practicidad y durabilidad para trabajadores y excursionistas, hoy domina el imaginario colectivo de nuevas generaciones, se agota en tiendas, y genera listas de espera globales.
¿La razón? Una estrategia de marketing colaborativo que mezcla nostalgia, diseño, cultura digital y nombres muy, muy grandes.
Del legado al hype
Stanley nunca cambió su esencia: sigue ofreciendo termos que mantienen bebidas frías o calientes durante horas. Lo que sí cambió fue cómo se comunica, con quién se asocia y dónde se posiciona.
De la mano de colaboraciones con figuras globales como Lionel Messi, el astro argentino, o Post Malone, el artista de look excéntrico y espíritu rebelde, la marca ha encontrado una forma única de conectarse emocionalmente con comunidades que antes no la miraban.
Stanley x Messi: termómetro emocional
La campaña con Lionel Messi conecta desde la autenticidad: si hay algo que acompaña al 10 desde sus inicios, es el mate y por ende, su termo Stanley.
Lo que era un producto utilitario se convirtió en un objeto aspiracional, al formar parte del relato de vida del ídolo. Esta colaboración no fuerza un vínculo, lo amplifica.Resultado: miles de fans buscando “el termo de Messi” como un símbolo de cercanía y cultura rioplatense.

Stanley x Post Malone: irreverencia y estilo propio
La colaboración con Post Malone fue otra jugada maestra.Edición limitada con diseño inspirado en su estética, grunge, ruda, provocadora y enfocada a un público joven y urbano.
El mensaje fue claro: Stanley no es solo funcional, es parte de tu identidad.Y eso es el nuevo lujo emocional.

Marketing colaborativo: el giro clave
Estas alianzas no solo son ventas, son estrategia de marca.El marketing colaborativo permite:
Credibilidad instantánea: la voz del embajador vale más que un comercial.
Diversificación de públicos: de boomers a Gen Z, Stanley se vuelve transversal.
Ediciones limitadas = FOMO: se activa la urgencia de compra.
Amplificación digital: influencers y consumidores se convierten en voceros.
Hoy, Stanley no vende termos, vende pertenencia.Y lo hace desde la colaboración, la cultura y la conexión.
En una era donde las marcas buscan desesperadamente ser relevantes, Stanley entendió que, a veces, el paso más grande no es rediseñar el producto, sino cambiar con quién lo compartís.
Comments