En pocas palabras, podríamos decir que el storytelling es la construcción de un relato como una herramienta de comunicación que consiste en una secuencia de acontecimientos cargados de emociones y sensaciones que ilustran uno o varios conflictos para terminar revelando una verdad que aporta sentido a nuestras vidas.
Platiquemos un poco de la primera parte, la secuencia de acontecimientos; cuando vamos a contar una idea lo primero que debemos pensar es en cuanta información queremos meter en el relato y cuanta información queremos dejar fuera. Es importante que hagamos una lista de cuáles son los puntos claves, las ideas que queremos destacar, y que después de ello, debemos ordenarlo de una cierta manera. Podemos utilizar un orden cronológico, la tradicional lógica aristotélica (presentación, nudo, desenlace), o bien, arrancar por la idea final de lo que deseamos transmitir y trabajar con base en retrospectivas.
Un buen consejo es que tratemos de contar nuestras ideas de la manera más breve posible, y colocar de manera condensada y clara, únicamente la información que realmente sea relevante.
Un segundo ingrediente que nos ayuda a darle sabor y vida a nuestras ideas es presentar un conflicto, si no tenemos un conflicto entonces no tenemos una historia que contar. La idea de sacar a relucir un problema es que nuestra audiencia va a plantearse ¿qué haría yo frente a ese problema?, ¿haría lo mismo que la persona que lo soluciono con anterioridad?, ¿pensaría de un modo diferente?
Existen 3 tipos de conflictos a los que se les da solución:
Conflicto interno; problemas o retos que debemos saber cómo los vamos a solucionar, cómo les vamos a hacer frente.
Conflictos de relación; radica en problemas de relaciones en ámbitos sociales, como los vamos a afrontar y decidir de una cierta forma.
Conflictos con el entorno; es cuando presentamos disyuntivas en las que debemos hacer frente a una naturaleza que nos resulta completamente hostil.
El tercer ingrediente son las emociones y sensaciones claves en cualquier relato o idea que estemos contando. Ambas cosas están relacionadas en toda dirección. Por deformación prestamos mayor atención al tono en que se cuenta la idea y si tenemos información visual que acompañe, aporta gran valor.
Un buen truco para definir que tipo de emociones queremos despertar en nuestro público es pensar los diferentes géneros narrativos, puede ser en clave de comedia, de drama, podemos hacer también uso de contradicciones que ayuden a captar la atención de las personas.
Analicemos el siguiente caso de Chipotle Mexican Grill
Tenemos todos los elementos antes mencionados expuestos tras una problemática que la marca detecto, el consumo de alimentos procesados cada día es más, aumentado los casos de trastornos cardiovasculares, trastornos metabólicos, como la obesidad y la diabetes, enfermedades coronarias y enfermedades cerebrovasculares.
Chipotle Mexican Grill, decidió hacer frente a la problemática atando dos frentes.1) Los consumidores tienen poco conocimiento sobre los beneficios de comer alimentos orgánicos y 2) El mercado estadounidense específicamente, no cuenta con muchas alternativas que hagan competencia a las grandes empresas de alimentos procesados.
Con el caso que presentaron haciendo uso de una técnica llamada Apología (historia alegórica que transmite un valor de enseñanza) tienen el objetivo de hacer un llamado a la comunidad, de que las cadenas de comida procesada están destruyendo la salud de la sociedad.
Algo a tomar en cuenta al momento de estructurar la historia que queremos contar con nuestro mensaje, debemos tener presente que el storytelling nace de el plan de negocios de la empresa y esta debe desarrollarse con todos los elementos de los que disponemos para hacer llegar nuestra marca.
Para concluir, aquí te compartimos un par de ventajas que conlleva el tener un buen storytelling para comunicar nuestra idea o campaña publicitaria:
Las ideas contadas de forma bien estructurada, no sólo se hacen de manera diferente, sino que dan a conocer aspectos desconocidos y tienen la capacidad de generar confianza.
Son muy fáciles de recordar.
Al ser fáciles de recordar, también son fáciles de contar. Además, se comparten mediante el “boca a boca” sin adulterar y manteniendo intacto el mensaje original.
Las historias nos hacen sentir más humanos y cercanos. Apelamos siempre a nuestro lado emocional y convertimos la fría imagen de una empresa anónima, en personas concretas en las que podemos confiar.
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